Don
Ricardo,
el
de corazón felino,
de
rey de selva,
quizá
me absuelva
de
ser un tanto equino
y
escribir, sin perdón,
de
un poeta admirado
por
los que saben de esto,
más
allá de un tono opuesto
de
un político negado.
Es
mejor la opinión
de un autor que, cual gorrión,
prueba
a domar el lenguaje,
arduo
viaje,
para
quien echa un borrón
al
intentar expresar
su
bagaje;
algo
que suena a burlón
si
se lee el equipaje
del
verso de este paje:
Don
Ricardo León.
Para el Certamen Literario,
Ricardo León. Concejalía
de Cultura del Ayuntamiento de Galapagar. (Madrid)
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