miércoles, 5 de agosto de 2015

Mezcolanzas


En este mundo convulso, no sólo por naturaleza, sino porque el género humano nos empecinamos en hacerlo aún más, nos topamos con que, literariamente hablando, reflejamos esa misma vida desordenada con la que viajamos adosada en nuestra propia chepa.
Y así, lo que en la prensa o telediarios, siempre habíamos sabido distinguir como Editoriales o artículos de opinión; hoy en día, es muy frecuente que no pasen de meros relatos. Doy la máxima relevancia al género; pero no admito que lo que pertenece a un tipo determinado de manera de escribir, por el artículo treinta y tres, se le pase a llamar de otra manera; por mucha innovación  que se esté dando, por ejemplo, en el medio periodístico.
Puede que sea una voz disonante; puede que en mis afirmaciones exista una parte de ignorancia o atrevimiento; pero creo, honestamente, que se está bajando mucho el listón que debe de mantener un profesional del medio cuando se le ataca tan visceralmente desde sus mismas trincheras con tertulianos del tres al cuarto que utilizan "palabros", en vez de vocablos de un lenguaje que pasa por ser el más rico y variado del mundo.

Zapatero, el remendón, a tus zapatos.  Claro que hay plumas excelsas fuera del periodismo; pero por el bien de las generaciones que nos achuchan por detrás, convendría hacer un esfuerzo y arrinconar a esas personas que tan poco bien están influyendo, como mínimo, en nuestro idioma.


Para la III Convocatoria a Colaboradores de la Revista Literaria Visor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario