No
había entrado nunca en aquél bar; tenía mala reputación; las
"señoritas", regordetas y pintarrajeadas como mimos, no dejaban lugar
a la duda. Pedí un café. Me sirvieron vino de la "casa". Había poco
más... Un guiño de ojos desde el extremo de la barra inmunda, me sobresaltó. Me
ruboricé de arriba abajo. Me fui. Entonces...¿Por qué había entrado en aquél
bar?... ¿Volver?... ¡No sé!
Presentado al IV Concurso de Microrrelatos
ACEN. Asociación Cultural de Escritores/as Noveles, 2014. Castellón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario