lunes, 22 de septiembre de 2014

Entre las cumbres




Montaña arriba,
peñas abajo,
con las "vacucas"
yo me relajo
de cualquier criba
que me prohíba,
sin desparpajo,
con las "mozucas",
por el atajo,
amor suscriba.

Subir laderas,
bajar barrancos,
en las "tierrucas",
sentado en bancos,
con las cabreras
mostrar maneras,
¡ojos muy blancos!
decir "cosucas",
casi con trancos,
muy zalameras.

Donde hay halagos,
donde hay temblores,
en las "niñucas"
darán calores
y, embriagados,
harán amagos,
entre las flores
y las "casucas",
de hablar de amores
embelesados.

Nadie lo piensa,
todo afluye
en "tardezucas"
que nadie rehúye,
la carne tensa,
garganta densa
que, sí intuye,
las "morenucas"
que constituye
su recompensa.

Besos torpones,
manos más locas
en las "blusucas"
rebuscan, toscas
y en los faldones,
como buscones,
las descolocas,
a las "niñucas"
y las desbocas,
sus corazones.

Picos arriba,
simas abajo,
las "cabezucas"
son, el legajo
que sobrescriba,
la diatriba,
de un solo tajo,
estas "cosucas"
de chico majo,
que él conciba.

Juventud tienen,
son hormonales
estas "viducas",
primaverales
que los sostienen
y los mantienen
poco formales,
por "montañucas"
que hablan de cuáles
amores tienen.

Años febriles
que merodean
como "brisucas"
y que airean
nuestros candiles,
son como abriles
que lagrimean
las "ideucas",
más bien cerriles,
que nos babean.

¿Pasarán?¿Quedan?
memoria triste
por la "fuerzuca",
en un mal chiste,
de que nos puedan
o nos procedan
lo que bruñiste
con fe "cieguca"
o lo que fuiste,
negar quisieran.


Presentado a la 50ª Edición de las Justas Literarias de Reinosa. 2014. Ayuntamiento de Reinosa. (Cantabria)

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