miércoles, 1 de octubre de 2014

Soñar



Un sueño, es seguir viviendo mientras duermes. Un sueño, es revivir los mejores momentos vividos, engalanándolos.  Un sueño, es rememorar los que  no han sido tan afortunados, endulzándolos. Un sueño, es crear historias donde no las ha habido. Un sueño, es apaciguar el alma para, al día siguiente, retomar los quehaceres con frescura.

Un sueño, es hablar de amor a quien no puedes. Un sueño, es poder realizar ese viaje  que no harás nunca. Un sueño, es ver crecer a tus hijos con proyección, más allá, de tu propia muerte. Un sueño, es repoblar tu morada con pequeños que aún no han nacido.

Un sueño, es ver a tu país en lo más alto. Un sueño, es luchar por la justicia. Un sueño, es poder dar una limosna a quien lo necesita. Un sueño, es no ver telediarios que atosigan. Un sueño, es hacer de esta España, Jauja. Un sueño, es quizás, no despertarse.

Un sueño, es construir esperanzas. Un sueño, es transmitir ilusiones. Un sueño, es compartir las alegrías. Un sueño, es tener día tras día, un trabajo. Un sueño, es cantar a cada instante. Un sueño, es cobijar al emigrante. Un sueño, es que todo el mundo pueda hacerlo.

Un sueño, es coger a tu hijo en los brazos y saber qué futuro le depara. Un sueño, es mirar hacia el futuro, con la paz del que sabe lo que ha hecho. Un sueño, es el bebé que toma el pecho maternal, plácidamente. Un sueño, es el chaval que balbucea palabras que tendrán mucha importancia.

Un sueño, es soñar que los políticos, acceden a sus cargos por vocación de luchar por sus conciudadanos. Un sueño es, que, como Cristo, tratarnos como hermanos. Un sueño, es valorar las cosas simples de este mundo. Un sueño, es dormir; dormir lo más profundo.

Un sueño, es sonreír al que te ofende. Un sueño, es perdonar a intransigentes. Un sueño, es. Un sueño, es vivir entre las gentes. Un sueño es ayudar al indigente. Un sueño, es ponerte en la otra parte. Un sueño, es querer que todo esto acabe.

Lo contrario sería pesadilla. Que ocurre, justo, cuando empieza el día; despertamos de sueños conciliadores y abrimos los ojos, día a día, con una expectación, bastante obscena, de la etapa diaria que en la puerta, nos espera.

¡Qué lujo es poder dormir tranquilo, conscientemente! Me refiero a soñar. A construir , castillos en el aire, al son de tú felicidad.

Lo otro hay que apartarlo. Hay que negarlo. Pensar que, por el día, una realidad virtual nos envuelve. Despiertos, abrir los ojos a otras fuentes que nos indiquen, claramente, que la vida que nos ha tocado vivir...puede y debe ser...muy diferente.

Pero eso para mí es una quimera. Una nube, puñetera, hace años que me tiene sin dormir, como quisiera. Las pastillas, profetizan, dulces sueños ¡Qué mentira! Lo único que logras es no soñar... ¡maldita estampa! para el descubridor de esa tisana...

Presentado al II Concurso de Relatos Cortos. Asociación Española de Síndrome de Piernas Inquietas  (AESPI), 2014. Madrid.

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