Si miro,
dulcemente, a tu cara,
contemplo yo
tu máxima dulzura,
Tú escondes,
con vigor, tanta amargura
y me quitas
el dolor que me causara.
Sufrimiento,
Señor, que me tortura
cuando,
afligido, vengo a arrodillarme
al pie de
esta carroza, a postrarme
y recorrer contigo
la andadura.
Señor, voy
junto a Ti para borrarme
las faltas
este año cometidas,
con sólo tu
manera de mirarme.
Sabiendo que
serán sobreseidas,
pediré, una
vez más, que me resguarde
y sanar a
este pobre sus heridas.
Para el XXII Premio de
Poesía Manuel Alcántara. Área Cultural del Excmo. Ayuntamiento de Málaga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario