Desde que el ser humano responde, precisamente , a su propio
concepto, ha perseguido con ahínco el conocimiento. Eso, le servía para crecer
dentro de su propio clan, de su propia sociedad; a la vez que le hacía más
fuerte entre y contra sus iguales; depende de la utilización de ese
conocimiento.
Además del conocimiento, llamémosle formal; es decir el
aplicado en determinadas ramas académicas, existe esa otra ciencia que,
generalmente, no está escrita; que la tienes que ir descubriendo por la
experiencia y el transcurso del tiempo,
de la vida.
¿Qué sería la una sin la otra? Absolutamente, nada.
Para el I
Concurso de Microrrelatos Fundación AQUAE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario