lunes, 12 de enero de 2015

Tonos



El paso de la Meseta,
rica en tonos color ocre,
no hace a ésta ser mediocre,
sino distinta y discreta.

Bien es verdad que no aquieta
un matiz en primacía,
pues cambia, con maestría,
en los montes, es coqueta.

Se funden, con mano prieta,
en abrazo fraternal,
como en cualquier pedregal,
los guijarros en pileta.

Unas rocas, cual roseta,
que evocan  otros lugares,
otrora tan singulares,
se mezclan en la paleta.

Un pintor, en su rabieta,
tiznó brochazos divinos,
en éstos, esos caminos,
tiñéndolos de esa veta.

Tonos pastel modernista
jalonan nuestros parajes,
obligándote a que bajes
a contemplar con la vista.

Creaciones de un artista
de talento prodigioso,
tenaz, constante, brioso,
carpintero y florista.

A veces, impresionista,
adultera los colores
y espolvorea de flores,
tus prados verde amatista.

Casi, casi nos despista
cierto pigmento verduzco
que, junto al tono parduzco,
pareciera belenista.

Es ser,  un tanto egoísta,
pretender que estos aspectos
sólo sean pluscuamperfectos
y sólo en Castilla exista.

Más, el camino, avanza
con sutileza y tesón,
asomándose a un balcón
cuyo verdor afianza.

Dejando ver, lontananza,
picos techados de nieve,
parece un bajorrelieve
de algún cenobio en pujanza.

Un hilacho de agua danza
crepitando entre los cantos
gregorianos, de los santos
que anduvieron de mudanza.

Los pardos tonos crianza
de caldos rojos, oscuros,
dan paso a través de muros,
a Caldas con añoranza.

Termal, como una romanza
castellana o montañesa,
la sierra,  llega y te besa
con ánimos de bonanza.

Los verdes todo dominan.
colinas, montañas, valles,
matizando con detalles
el paisaje al que afinan.

Golondrinas que ahora trinan
acompañando al viajante
en vuelo, casi rasante,
por prados que nos fascinan.

Las aguas nos encaminan,
embutidos por su garra
como si a una noble farra
jaleándonos caminan.

De sur a norte terminan
por atravesar los valles,
pastos, pueblos y sus calles,
los que por allí trajinan.

Fragancias de yodo atinan
y acaramelan el alma,
proporcionándonos calma,
a emociones que germinan.

Más verdes se arremolinan,
oceánicos, marinos,
siendo, igualmente, divinos
los jueces que dictaminan



Para el XII Premio Poético Internacional "Jaime Gil de Biedma y Alba", 2014. Excmo. Ayuntamiento Nava de la Asunción. (Segovia).
 

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