Con llagas del roce de la madera
que, al vaivén, hacia arriba y hacia abajo,
sin parar, ni un momento, en el tajo
la azada, a tus manos las hiriera.
Con la boina calada, sin visera,
y un sol de justicia sin atajo,
reverbera en tu cuerpo ¡qué carajo!
sudor que como ríos afluyera.
La mirada perdida, persevera
demoliendo un terrón con su hierbajo
y tu mente, soñando, cabizbajo,
con justicia social no bananera.
En el surco que en tu frente hiciera
la badana, cual espina, cual vergajo,
de tu boina retorcida por trabajo
parecido a otro surco de tu tierra.
Labrador castellano, refrigera
tu gaznate, lanzando escupitajo
a quien manda, sin saber, lo que es trabajo
de sol a sol picando en la era.
Presentado al XXVI Premio Nacional de Poesía "Conrado Blanco León". La Bañeza (León) 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario