martes, 17 de febrero de 2015

Generacional


Mi camada, es esa que  sufre , entre comillas, las consecuencias de aquél mayo del sesenta y ocho y el ya trasnochado movimiento "hippie", rebelde contra todo, pero con un claro trasfondo anti guerra de Vietnam; lo cual no le quita ningún mérito, ni se lo añade en sí mismo pues el tiempo ha demostrado que a aquél entusiasta nuevo planteamiento de la vida, al margen de usos poco recomendados, se le unieron muchos advenedizos. No fue una excepción. Históricamente ha ocurrido con todas las corrientes filosóficas o no que impregnaran la vida de nuevos aires.
Y nosotros, los de mi generación, nacimos entre dos sillas y mal sentados en lo que se refiere a algunos aspectos de cambios sociales. También históricamente ha ocurrido a lo largo de los siglos; aunque, parece ser que cuanto más moderna es la época de la historia que vivimos, se desarrolla a más velocidad.
La educación recibida de nuestros progenitores, luchaba entre la manera tradicional transmitida de padre a hijos durante generaciones y la racionalidad del siglo diecinueve en la que se empiezan a cambiar, entre otras razones por la industrialización, conceptos hasta ese momento inamovibles.
 Por eso el mérito de nuestros progenitores; saber concebir y sobre todo, elegir lo que el natural desarrollo de la sociedad, implícitamente, demandaba.
Por ello, en mi familia, en la de muchos, la mujer estudiaba con proyección universitaria. Algo que hoy ni nos planteamos. En mi vida laboral, ya extinta y no por edad, he tenido muchas compañeras; y, aunque siempre hay excepciones como en todo, he de decir que suelen ser mucho más concienzudas en su trabajo que los varones.  Que este inciso personal sirva para lo que tiene que ser normal. Lo que es normal, varón-hembra, en un binomio de equidad ante todo; sin cuotas en listas electorales o por plantillas de empresa.

El que es mejor, ocupará el mejor cargo, sin mirar si es hombre o mujer. Ese debe ser el reto del futuro; no del futuro de programa electoral; sino del de dentro de un minuto. 


Presentado al II Certamen de Relatos Breves "La Igualdad como Valor en la Sociedad", 2014-2015.  Concejalía de Servicios Sociales, Sanidad y Consumo del Ayuntamiento de Segovia.

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