Y por la veredita
llego hasta mi cultivo,
pequeño, recatado,
casi de olvido
si no es por el fluido
que allí, plantado
está cautivo
hasta una cita.
Será allá, en otoño,
o cerca de él,
cuando la Madre Tierra
dueña de su ganzúa
comprensiva, evalúa
lo que en ti se encierra;
esa especie de miel
que aún es retoño.
No importará tu color;
aquí la raza se esparce:
serán albinos, cristales
parecidos al limón;
siguiendo un claro patrón
de modales ancestrales
quien engarce
con caldos de mayor vigor.
Morenos, aterciopelados,
más oscuros o más claros,
dependiendo de la tez
de la uva que se use
dentro de ese natural acuse
de tu vejez;
sin viciaros
con rasgos, quizá, importados.
Para la XLVII Cata del Vino
Nuevo y Anochecer Poético. Grupo
Artístico-Literario “El Trascacho”. Valdepeñas. (Ciudad Real)
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