lunes, 21 de septiembre de 2015

Manjar de una tierra, al mundo



De la rama de un árbol pendes, suspendida, vigorosa, cual globo terráqueo prendido en un brazal del universo. Y es el tuyo. Que por la sangre de la tierra que te alimenta navegan los estigmas de tus paisanos, conquistadores, que conformaron y confirmaron la esfericidad del planeta; este Planeta Azul enorme que te acoge, por mor de tu fama, en todos sus rincones.
Aunque hay uno: tu origen, en el que esplendorosa, salpicas el verdor de las hojas que te esconden, paladines que intentan, vanamente, en salvaguardarte, para siempre, en tu rama.
Aún recuerdan, la explosión cromática ocurrida unos meses antes y que devino en parto múltiple; hijas de millones de fecundadas flores que, ahora, esperan con impaciencia el momento de ser escogidas para ser presentadas en el gran arco gastronómico mundial; proporcionando el pequeño y delicado placer a quien tenga la suerte de llevarte a su boca.

Y aquí, parafraseando a un poeta, llegará "desde la princesa altiva, a la que pesca en ruin barca..."; que no porque la boca sea más o menos cortesana, la picota roja oscura menoscaba su hidalguía conquistadora.



Para el V Concurso de Relatos Cereza del Jerte. D.O.P. “Cereza del Jerte”. Navaconcejo. (Cáceres).

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