Agujas astifinas,
que al cielo de tu tierra,
rozáis con mano fierra,
esas nubes albinas
que vienen de la sierra.
Algodonosas,
blancas, negras, quizás rosas.
Recuerdan a genuinas
golosinas
de verbena que aferra
tus savias de resinas.
Bosques ancestrales
extensos, dilatados
aún muy preservados
por voces otoñales
que cuidan tus collados.
Pino sublime,
eres lancero
de ejército puntero,
impenetrable, esgrime
tu poder de bandolero
protector contra el que estime
destruir tu gran vivero.
Y no lo dudes,
cantado por poetas
suenan como trompetas;
sus versos, son laúdes
que tocan a retretas
que sirven de ataúdes
de luchas en moquetas.
Para el XXXVII Concurso de
Poesía Espiga de Romanillos. Peña
Cultural Recreativa Romanillos de Medinaceli. (Soria).
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