Cual pluma cervantina
de ganso; blanca,
cierto matiz de cristalina,
alfombra de algodón
del Éter luminoso
añil o azul Mahón;
algodonoso,
luces nube, pomposa,
como una diosa
sabedora de su encanto
en ese ático
majestuoso, enigmático
al que treparemos todos
en escalada,
con más o menos modos,
pero sin vuelta;
¡nadie lamenta!
llegar a la última parada
si, nube hermosa,
sales a recibirnos
y a inscribirnos
en un pequeño cuaderno
del Cielo Eterno.
Para el I Concurso Literario de
Poesías RSC. Revista
RSC.
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