De las
cavernas,
hasta
ahora,
la
Humanidad agoniza,
en una
liza
que devora
nuestras
tendencias fraternas,
sin un
objetivo claro
que corte
un acto maldito:
tratar al
género opuesto,
escrito en
otro contexto,
tal como
es; un delito
por causa
del desamparo:
el de una
sociedad entera
que se
golpea el pecho
sabiendo
dónde está el mal;
pues lo
sabe, es muy cabal,
pero el
recodo es estrecho
y la mente
besuguera;
semejante
a la de un pez
que escapa
de su enemigo
en un
instante preciso,
más, el
pescado, narciso
de su
propio ego amigo,
retorna a
su estupidez.
Y lo que
enerva la mente,
tras la
noticia ocurrida
y
conocerse la acción,
nos
remueve el corazón
al
perderse una vida
así, de
pronto, en caliente,
y tras la
respuesta airada
que nos estrangula
el alma,
es
necesario, con calma,
acabar con
la crueldad
cual es
esta salvajada:
finiquitar
a tu afín;
aquél que
un día carmín,
prometiste
que sería
con quien
tendrías familia
que hoy
conviertes en vigilia
para esa
chiquillería.
Para la III Edición Certamen
Poético, Violencia, la Consecuencia. Asociación
de Mujeres Eleanor Roosevelt.
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