lunes, 6 de abril de 2015

Dueto



(Se abre el telón. Domina toda la escena la penumbra. Sólo se encuentra iluminada la parte delantera del escenario. El centro del cual domina, como único elemento, un gran sofá de cuero rojo.
Por la parte delantera derecha del escenario sale Cardori y, a la vez por la parte izquierda, sale Secar.
Sus respectivos atuendos están fuera de toda moda; o lo que para algunos de los más avanzados especialistas en la materia de hoy en día, lo que llaman "atemporal"; es decir, extrañas combinaciones de diferentes épocas.
Avanzan hasta encontrarse en el epicentro del escenario, en su parte delantera; frente al sofá, cuyo tono está en consonancia con la "pinta" de los personajes.)


Cardori:  ¡Buenos días, caballero!
Secar : ¡Buenos días! (Haciendo una reverencia, exagerada y grotesca) ¡Estás tonto! Si nos acabamos de ver. ¡Cuántas veces me los vas a dar!
Cardori:  Los que sean necesarios; no voy a pecar de rácano con un amigo...
Secar  :  Nos conocemos hace... hace...¿Cuánto tiempo?
Cardori: Pues...¿Cuarenta años?...¡Cuarenta! Eso es más que una cadena perpetua.
Secar :   Sí, cadena... la que llevabas por aquél entonces a modo de llavero...jejeje
Cardori: ¿Quién, yo?. ¡Si vestía de los más formal!
Secar  : (Calmadamente) Pretendía ser una broma; no te enfades ¡Claro que eras formal! ¡Como para no serlo en aquella época!. Bueno algo informales sí que fuimos   ¿Recuerdas aquellos guateques en el local que te cedió tu padre? ¡Qué tiempos! y qué envidia nos tenían los compañeros de clase...
Cardori: Sí...qué recuerdos. Nunca podré olvidar que allí conocimos la música que en este país todavía no se escuchaba o se hacía en núcleos muy reducidos. Aquellas sintonías marcaron mi afición, de por vida, a la música...
Secar  : Te refieres a las canciones de Karina, claro...
Cardori: ¡A las de una tía tuya!
Secar  : Jajaja...¡No te enfades, hombre! Estaba dicho sin ninguna mala intención... Si yo  también lo recuerdo. Es nuestra memoria histórica; bueno la histórica y la histérica porque la verdad es que había algunos seres pululando por el lugar que no había manera humana de darles esquinazo.
Cardori: Algunos dimos; eso sí a fuerza de permanecer callados, tiempo y tiempo, dentro del local para que se creyeran que no había nadie, que estaba vacío; que ya son ganas...
Secar  : O ¿Recuerdas? La de veces que nos llegamos a subir a la azotea, lugar  prohibidísimo, para escondernos... O salir corriendo hasta la siguiente esquina y  desaparecer en cualquier portal... ¡Las cosas que teníamos que inventarnos!
Cardori: ¡Qué años! ¡Cómo lo pasábamos! Y con bien poco nos conformábamos...
Secar  : Eso se llama juventud, Cardori, juventud. Mezclado a ratos, como Dios manda, con unas gotitas de "jumentud". Recuerda que las extraíamos de aquél elixir, de cuyo nombre prefiero no acordarme, de color morado y dulzón...
Cardori: ¡No teníamos presupuesto para más!...Ni para menos. (Pausa). De lo que me acuerdo mucho es de los momentos vividos con "nuestras chicas"; todos juntos, en aquellas espontáneas fiestas que surgían de pronto, sin planearlas, en el local.
              ¿Y qué me dices del juego de luces que instalé? ¡Las había de todos los colores!
Secar : ¡Cómo no me voy a acordar! Hice horas en aquella improvisada cabina de diskjokey... lo de bailar suelto no era lo mío...jejeje...
              ¡Qué tiempos del "cuplé"!
Cardori: Oye, perdona; de acuerdo que vamos teniendo cierta edad; por cierto    tú un año  más que yo; pero el cuplé nos queda un poquito lejos...si acaso. a nuestros       padres.
Secar : Sí, la nuestra es más de Los Chunguitos ¡No te jorobas!
Cardori: ¡Menos coña! Déjalo en Los Beatles que es mucho más justo.
Secar : Te das cuenta, Cardori, que ésta charla que tenemos hoy se lo debemos de agradecer a aquellos años; a aquellas vivencias que tuvimos...
Cardori: Me doy, me doy...
Secar : Por cierto, Cardori, como me vuelvas a dar los buenos días otra vez, dentro de un  ratito, te voy a sacudir en tu cabeza con el flamenco disecado que teníamos en el local. Te lo advierto  ¡Pesado!
Cardori: ¡Bueno, vale, lo tendré en cuenta! (Hace una pausa y se lleva una mano a la oreja haciendo el ademán de que escucha algo).
               Parece que suena algo...
Secar :  (Haciendo el mismo gesto que su amigo). Sí, sí, parece que se oye algo...
Cardori y Secar: (A la vez). ¡Ostras! ¡Huyamos! ¡Ya está tocando, otra vez, Oh Susana! ¡Socorrooooo....!

(Y ambos personajes salen corriendo, cada uno por el lado de la escena por la que habían entrado al principio).



FIN


Presentado al Premio de Textos de Teatro Breve Carro de Baco, 2015. 

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