(Se abre el telón. Domina toda la escena la
penumbra. Sólo se encuentra iluminada la parte delantera del escenario. El
centro del cual domina, como único elemento, un gran sofá de cuero rojo.
Por la parte delantera derecha del escenario
sale Cardori y, a la vez por la parte izquierda, sale Secar.
Sus respectivos atuendos están fuera de toda
moda; o lo que para algunos de los más avanzados especialistas en la materia de
hoy en día, lo que llaman "atemporal"; es decir, extrañas
combinaciones de diferentes épocas.
Avanzan hasta encontrarse en el epicentro del
escenario, en su parte delantera; frente al sofá, cuyo tono está en consonancia
con la "pinta" de los personajes.)
Cardori:
¡Buenos días, caballero!
Secar :
¡Buenos días! (Haciendo una reverencia, exagerada y grotesca) ¡Estás tonto! Si
nos acabamos de ver. ¡Cuántas veces me los vas a dar!
Cardori: Los
que sean necesarios; no voy a pecar de rácano con un amigo...
Secar : Nos conocemos hace... hace...¿Cuánto tiempo?
Cardori:
Pues...¿Cuarenta años?...¡Cuarenta! Eso es más que una cadena perpetua.
Secar
:
Sí, cadena... la que llevabas por aquél entonces a modo de
llavero...jejeje
Cardori: ¿Quién, yo?. ¡Si vestía de los más formal!
Secar : (Calmadamente) Pretendía ser una broma;
no te enfades ¡Claro que eras formal! ¡Como para no serlo en aquella época!.
Bueno algo informales sí que fuimos
¿Recuerdas aquellos guateques en el local que te cedió tu padre? ¡Qué
tiempos! y qué envidia nos tenían los compañeros de clase...
Cardori: Sí...qué recuerdos. Nunca podré olvidar que
allí conocimos la música que en este país todavía no se escuchaba o se hacía en
núcleos muy reducidos. Aquellas sintonías marcaron mi afición, de por vida, a
la música...
Secar
: Te refieres a las canciones de
Karina, claro...
Cardori: ¡A las de una tía tuya!
Secar :
Jajaja...¡No te enfades, hombre! Estaba dicho sin ninguna mala intención... Si
yo también lo recuerdo. Es nuestra
memoria histórica; bueno la histórica y la histérica porque la verdad es que
había algunos seres pululando por el lugar que no había manera humana de darles
esquinazo.
Cardori: Algunos dimos; eso sí a fuerza de permanecer
callados, tiempo y tiempo, dentro del local para que se creyeran que no había
nadie, que estaba vacío; que ya son ganas...
Secar :
O ¿Recuerdas? La de veces que nos llegamos a subir a la azotea, lugar prohibidísimo, para escondernos... O salir
corriendo hasta la siguiente esquina y
desaparecer en cualquier portal... ¡Las cosas que teníamos que inventarnos!
Cardori: ¡Qué años! ¡Cómo lo pasábamos! Y con bien
poco nos conformábamos...
Secar :
Eso se llama juventud, Cardori, juventud. Mezclado a ratos, como Dios manda,
con unas gotitas de "jumentud". Recuerda que las extraíamos de aquél
elixir, de cuyo nombre prefiero no acordarme, de color morado y dulzón...
Cardori: ¡No teníamos presupuesto para más!...Ni para
menos. (Pausa). De lo que me acuerdo mucho es de los momentos vividos
con "nuestras chicas"; todos juntos, en aquellas espontáneas fiestas
que surgían de pronto, sin planearlas, en el local.
¿Y
qué me dices del juego de luces que instalé? ¡Las había de todos los colores!
Secar
: ¡Cómo no me voy a acordar! Hice horas
en aquella improvisada cabina de diskjokey... lo de bailar suelto no era lo
mío...jejeje...
¡Qué tiempos del "cuplé"!
Cardori: Oye, perdona; de acuerdo que vamos teniendo
cierta edad; por cierto tú un año más que yo; pero el cuplé nos queda un
poquito lejos...si acaso. a nuestros padres.
Secar : Sí, la nuestra es más de Los Chunguitos ¡No
te jorobas!
Cardori: ¡Menos coña! Déjalo en Los Beatles que es mucho
más justo.
Secar
: Te das cuenta, Cardori, que ésta
charla que tenemos hoy se lo debemos de agradecer a aquellos años; a aquellas
vivencias que tuvimos...
Cardori: Me doy, me doy...
Secar
: Por cierto, Cardori, como me vuelvas
a dar los buenos días otra vez, dentro de un
ratito, te voy a sacudir en tu cabeza con el flamenco disecado que
teníamos en el local. Te lo advierto
¡Pesado!
Cardori: ¡Bueno, vale, lo tendré en cuenta! (Hace
una pausa y se lleva una mano a la oreja haciendo el ademán de que escucha algo).
Parece que suena algo...
Secar
:
(Haciendo el mismo gesto que su amigo). Sí, sí, parece que se
oye algo...
Cardori
y Secar: (A la vez). ¡Ostras! ¡Huyamos! ¡Ya
está tocando, otra vez, Oh Susana! ¡Socorrooooo....!
(Y ambos personajes salen corriendo,
cada uno por el lado de la escena por la que habían entrado al principio).
FIN
Presentado al Premio de Textos de Teatro Breve Carro de Baco, 2015.
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