jueves, 16 de abril de 2015

Fundamento


Yo no sé si serían conscientes nuestros más lejanos antepasados, de que estaban siendo los primeros protagonistas de una historia que hoy llamamos de la Humanidad.
Y lo fueron desde aquél instante Bíblico en el que Dios creó al Hombre, en su versión científica de la Teoría de la Evolución de nuestro Darwin, mucho más en consonancia con un concepto amplio y agnóstico de lo que es la Física y la Biología.
Cuando aquél proyecto de hombre, con respecto al que hoy tenemos, descubrió que si recogía más bayas del cercano bosquecillo de matojos y las almacenaba, tendría, mediante la experimentación de sucesivas maneras para su conservación, alimentos para las épocas en las que el hielo llegaba a cubrir los páramos de los territorios aledaños a sus cuevas; y dando un salto cualitativo en su bienestar tribal, descubrió que en los cruces con otras tribus durante sus correrías en busca de caza o de nuevos lugares en los que asentarse, esos excedentes de almacenamiento, podían servir para intercambiarlos por otros alimentos o utensilios de los que carecían por lugar geográfico o por el simple desarrollo de actividades artesanales, según fueran las que se trasmitieran en cada clan; ese día, en ese instante, sin saberlo, estaban asentado el primer eslabón a lo que hoy, pomposamente, llamamos Economía.
Un simple planteamiento de conservación de su especie como es intercambiar productos para poder subsistir un invierno gélido, fue la semilla que revolucionó el modo de vivir de toda una época y que nos ha llegado a través de miles de siglos hasta nuestros días.
Cierto es que, con la invención de la moneda, no deja de ser una sutil forma de trueque,  cae en desuso, pero en muchas comunidades se ha seguido practicando con mucha normalidad; por no hablar de las tribus africanas , sudamericanas, oceánicas, algunas asiáticas, en las que sigue siendo, en la actualidad, el método normal de tratos comerciales.
Hoy en día, inmersos en esta crisis en la que se empiezan a intuir signos de empezar a salir de ella, al menos macroeconómicamente hablando, se  ha vuelto a utilizar el trueque en determinados sectores de la sociedad, como defensa ante la falta de liquidez por el elevado paro dentro de cada unidad familiar. Es una forma de lucha, pacífica a la vez que conservacionista; cambias producto por producto ante la necesidad; es el "Prèt-à-Porter" necesario para la subsistencia.

Demos las gracias a aquellos hombres de las cavernas, en taparrabos, que pensaron, si tenían capacidad de hacerlo, que si tenías más de dos unidades de un producto, la tercera servía para intercambiarla por otro del que ellos no disponían. Fueron los economistas de los albores de los tiempos.

Para el II Certamen Literario "DEMOS" (Moneda Social). Asociación Teatral Manticore.

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