viernes, 11 de marzo de 2016

Buenos días, querido:


Apenas ha empezado el choque por el dominio entre la noche y el día, cuando a tientas, entre las tinieblas de la oscuridad para no despertarte me acerco hasta ti y te miro, cada amanecer, a los ojos; esos que, aún somnolientos, son tan puros que en ese despertar aletargado me devuelves la mirada pitañosa en un acto reflejo, a veces con ternura, otras con la mayor crueldad, que destapa la imagen más real de mi ser; de mi figura.

Acudo a ti, a ellos, con la esperanza de ser acogido por tu bondad y poder lamerme mis heridas en tu regazo; al resguardo de tu mirada; en la intimad; en ese espacio, seductor y misterioso, creado por nosotros y que es sólo tuyo y mío. Nuestro.

Es por tanto, querido, que esta epístola, grandilocuente término para un fulano que no aspira más que a despertar un nuevo albor, sabiendo que tú, querido amigo,  sigues estando ahí, en mi entorno, un día más; con la modesta y sencilla ilusión de volver a ver reflejada mi figura en tus hermosos ojos.

Y yo te prometo que no ha de pasar una jornada de mi vida, de nuestras vidas, en la que no acuda a ti implorando clemencia ante tu severo reflejo de mi imagen o con mi más tierna gratitud según sea la evaluación de esa copia que me reenvían tus pupilas.

Te lavaré la cara, cada día, con esmero. Lo haré con agua tibia como te gusta. Secaré las gotas tras tu baño con toallas de algodón que no laceren esa piel delicada. Conservaré tu cristal sexagenario con cremas hidratantes que hagan relucir de alegría tu cara.

Te prometo que allí estaré cada mañana, a solas contigo; en un monólogo en el que me dirás, con tu  mirada, lo rápida que la vida llega y prosigue; y me sobrevivirás, es ley de vida, y ahí permanecerás  colgado esperando a otro rostro, seguro que más joven, al que poder mirar cada día y decirle, la juventud siempre tiene ventaja, cuán hermoso está cuando te mira...

Recuerda, por favor, a esos otros ojos que te acompañaron siempre, durante décadas, frente a ti; frente al espejo.


Para el I Certamen Literario de Cartas de Amor, Ciudad de San Roque. Red de Bibliotecas de San Roque. (Cádiz).

No hay comentarios:

Publicar un comentario