viernes, 11 de marzo de 2016

Tintineo final



Le acompañaba desde la madrugada. Era un murmullo que roía sus entrañas cual martillazos golpeando su cerebro. Sensación que agravaba su trance; dramático.

Había caminado durante horas, deambulando por una ciudad que se despertaba ajena a su problema.

El mundo que le rodeaba, había huido unas horas atrás.

Transitaba por las despobladas calles con la cadencia de la persona derrotada, remarcando las campanadas  que a modo de tambor de galera romana, tozudamente horadaban su cabeza.

Sus indecisos pasos le condujeron hasta un portal desconocido. Una llamada interior le pedía que traspasara aquél umbral.

Aferró el objeto causante de su dolor de cabeza e intentó abrir aquella puerta. Los sonidos, esta vez, se asemejaron a los de una suave campanilla, casi pija, de las de pedir el té. Besó la cabecita de su hija, dormida en su regazo.

Desde el otro lado, una voz acogedora le decía ¡Buenos días!.

Lloró.


Para el I Certamen Micro-relatos, Red Mariposa. Málaga.

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