Una condensación de
agua en la atmósfera forma una nube compuesta por millones de gotas. Diferentes
circunstancias provocan que éstas se precipiten hacia la tierra ¡Llueve!
Esa partícula
circula, presurosa, por el suelo y, en su camino, se encuentra a otras que se
aúnan y dan paso a un manantial, arroyo,
riachuelo, río; a veces se estanca y forma lagunas o lagos; pero sigue adelante
camino del mar, su meta transitoria. Allí se evaporará por los efectos de los
rayos de sol y volverá a los cielos, cumpliendo un ciclo interminable. Parece
aburrido ¿verdad?
Para el II Concurso de
Micro-relatos Fundación Aquae.
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