miércoles, 28 de octubre de 2015

Eran dos y están ahí


De una familia normal, de las de toda la vida; formada por las seis vidas de una época ideal; la infantil, medio "puberta",   la que nos abre la puerta a emociones más intensas; ésa que se va y no vuelve; pero queda en la memoria, en nuestra modesta historia que nos acompañará siempre.

Y eran dos de este linaje, montisonenses eran ambas, las dos como bellas jambas que entraron en el corazón de una peña, de una panda de muchachos y muchachas que otra ciudad, hermana de la que fue su natal, les arremolinó al azar formando ya una banda, círculo o simple grupo, del que éste escribano pudo tener el humilde honor de poder ser adherido y, convencido, de también ser bien querido, pues el tiempo, ese juez tan implacable, a la postre ha sido amable en el reencuentro ¡cuarenta años después! que parece ser más largo que un ciempiés y, sin embargo, ha sido como un letargo, para cogerlo de nuevo con más ahínco, con ganas, así como dando un brinco a la edad y retomar las andanzas de aquella pubertad...

Resulta una coctelera, la manera, de entroncar a aragonesas, riojanos, riojanas y algún castellano antiguo, nada ambiguo cuando se trata de afectos; que uno tendrá defectos pero no es nada exiguo.

¡Ea!, pues; aquí estamos, sin renunciar a la cuna de Monzón o de Logroño o de este austero escritor, que se queda en trovador de versos en mallas verdes desde Pucela ¡Tiene tela!


Para el I Concurso de Relatos Cortos, Leyenda Viva. Turismo de Huesca.


No hay comentarios:

Publicar un comentario