miércoles, 28 de septiembre de 2016

Manrique


Universal castellano,
de cuna noble y juiciosa,
paredaña,
una espada en una mano
y una pluma graciosa,
como maña;
una guía de la vida,
que lanzas como un guante
al vacío,
es un correaje o brida
que, de manera elegante,
te da brío.

Es un compás o figura,
de un predecesor cercano,
de Rodrigo,
que marchó a su sepultura
sabiendo que el trigo, en grano,
no es quejigo,
y que una paloma blanca
de encopetada cabeza,
de linaje,
será, ante el gavilán, asaz
una magnífica pieza,
no un brebaje.

Y nos dejó, estas Cartas,
que reflexionan con tino
sus ideas,
que puede que no compartas,
más es preciso estar fino,
si flojeas,
y esta vida mundana
imposible de abarcar,
insustancial,
 es almohada de mañana,
para al crepúsculo pasar,
sólo a orinal.


Para elI Premio Nacional de Poesía, Jorge Manrique. Ayuntamiento de Chiclana de Segura. (Jaén).

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