Es un espacio
natural y flexible de tiempo, en el que la oscuridad abandona su poder y es
derrotada por la luz; por la claridad.
Amanecer es un hecho
natural que casi pasa inadvertido cotidianamente; es un paso más,
académicamente estipulado, correcto, para que el engranaje de este conglomerado
que hemos llamado Tierra, nos demuestre que sigue rotando y que, por tanto,
seguimos teniendo un trozo más de guita en el que poder bailar, como nuestras
anticuadas peonzas...
El amanecer es muy
odiado, por quien tiene seguridad. Por quien posee un despertador que le marca,
cual martillo pilón, la hora justa de despertase, como un autómata, para acudir
a un sitio por lo que le pagan; jurando y perjurando por su suerte; y sin quererse
percatar que, en muchas de las persianas que a la misma hora se izan, la meta
para ese día es ir a buscar ese tedioso trabajo del que, muchos de los que lo
poseen, vituperan...
Amanecer, aún quedan
casos, es la transición de una noche solaz y placentera de sueño,
circunscribiéndose exclusivamente, al rato en el que, por supuesto desde la
cama, se degusta un carísimo café al que le falta estar edulcorado con la garra
de quien se lo toma deprisa, porque ese maldito trabajo, le espera. Es el interludio
musical, para quienes aunque tengan de todo, no son los sujetos agentes de la
Vida.
Son los comparsas
adinerados, eso sí, que dan el toque de la extravagancia, qué buena simbiosis
de fonemas, quizá necesaria para
componer con más riqueza de colores el "cadaco" que hemos formado con
nuestro mundo.
Pero el mismo
amanecer es capaz de vestirse con mil disfraces. El amanecer es, por
excelencia, el tiempo escogido por la senil mujer de la guadaña para llevarte
al huerto; que seguro que no es ni en el que pensamos con cierta guasa, ni el
de los Olivos; es otro...por descubrir y del que, hasta ahora, nadie nos ha
dicho absolutamente nada.
Amanecer, es
esperanza... Levantar los párpados zaheridos por los rayos de un sol
descaradamente avasallador, conlleva, en bastantes ocasiones, una mirada a
nuestro interior que sirve para dar las gracias de un hecho que a la mayoría de
la gente les pasa inadvertido sólo porque se encuentran bien de salud; y es
que, a quien le falta ese estado, comprende, perfectamente, que el poseedor del
mismo se olvide de que existe la posibilidad de que, un día, a él también se le
acabe la famosa guita de nuestras célebres y anticuadas peonzas...siempre se
acaba volviendo al mismo sitio...
Amanecer...para
quien tiene fe, es algo continuo; permanente.
Es intentar renovar
nuestras creencias y principios de una manera natural, a cada instante. No se
hace al pie de la letra; es una especie de "Camino de Perfección" que
transcurre a lo largo de una vida...de un período...de un rato.
Amanecer es vencer,
cortésmente y con una sonrisa, a la anciana dama que, sí o sí, se empeña en
visitarnos a esas horas tan intempestivas...
Para la X Edición del Certamen
Literario, La Pluma del Guirre. Asociación
Cultural Alcorac 1968.
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