domingo, 7 de agosto de 2016

En faena


La nube polvorienta levantada por las caballerías de aquél ejército mimetizado por el color ocre de la tierra del camino, envolvía en un halo fantasmagórico la columna que cabalgaba, a duras penas, hacia nuevas aventuras. Otra vez, las zancadillas palaciegas obligaban a aquellos hombres a buscarse el pan bajo otros pendones.

El castillo bastión del reino musulmán de Zaragoza, iba quedándose , cada vez más, lejos de sus espaldas; él sabía que no era un adiós; sino un ¡hasta luego!

Miraba a sus soldados, notando en su expresión la nostalgia de dejar, cada cual, sus respectivos bagajes: mujeres, hijos, padres y haciendas. Una incómoda responsabilidad le cayó a plomo, de improviso, que le hizo aplanarse por su peso sobre el lomo de su viejo corcel.

Le duró el tiempo justo en el que otros pendones, de otros colores, se avistaron desde lo alto del siguiente collado, anunciando ¡lucha!



Para el III Concurso de Micro-relatos de Tema Histórico, Biblioteca Plaça D'Europa, 2016. L’Hospitalet de Llobregat.  (Barcelona).

No hay comentarios:

Publicar un comentario