La extensa estepa, disputaba aún con
los albores de la primavera la primacía, por dibujar de colores o no, los
incipientes brotes de unos matojos prestos a despertarse de un letargo invernal
largo y tedioso. Los tibios rayos de un sol con precinto aún de meritorio,
servían para calentar, someramente, unos tallos aún anquilosados por la falta
de vigor de sus entrañas.
Aún, con todo, el lienzo presentado
ante mis ojos, despertaba en mi interior los mismos anhelos con que lo hacía en
los vástagos bisoños del paisaje.
Para el VI Certamen
Picapedrero de Poesía, Guión y Micro-relato. La
revista La Oca Loca. Centro Penitenciario de Daroca. (Zaragoza).
No hay comentarios:
Publicar un comentario