Cual
mantel de una mesa palaciega
y el
primor de unas manos refinadas,
muestras
hoy las delicias más variadas
que
colmarán la gazuza, casi fea.
Socialmente,
así se contradice
en aras de
una ética raquítica;
librando
una ofensiva casi pírrica
en vez de
dar auxilio que cotice.
Es pues
honesto reconocer
que
churras y merinas, si se enredan,
darán
mestizos que quizá procedan
a errar en
el hambre y el comer.
Llena tu
mesa de tesoros;
aquellos
que tu amor dentro conserva;
sé, esa
preciosa cierva
que
amamanta con ternura a sus cachorros.
Para el 9º Certamen, Poemas sin
Rostro, 2016. Asociación
Canal Literatura.
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