A veces, a
menudo, se combate
con la
terca incomprensión de la memoria
que, se
obstina
en poner
en el brocal una sordina
sin más
razón aleatoria
que meter
a uno mismo en un debate.
Caprichosa,
conmemora con orgullo,
su poder
sobre el talento, si lo hubiere,
y que
muestro, reservado, a los míos,
dejando
atrás, añejos bríos
que, mi
cabeza quiere
escuchar a
lo lejos, cual murmullo.
Pero mi
voluntad quiere otras cosas;
intenta
remover lances antiguos
pegados a
la carne juvenil;
pretende
respirar un infinito abril
a meses
más ambiguos
llenos,
quizás, de errantes prosas.
Para la X Edición del Certamen
Literario, La Pluma del Guirre. Asociación
Cultural Alcorac 1968.
No hay comentarios:
Publicar un comentario