Gemía
la luna
con
mucha tristeza;
la
niña, esa noche,
no
estaba;
lloraba
sin
ningún reproche,
la
lágrima tierna
de
tono aceituna.
La
luna, afligida,
otea
el paisaje
esforzándose
en ver,
en
la noche ciega,
si
la niña juega,
más
no puede ser;
detrás
de un celaje
se
lame su herida.
Apunto
del orto,
cuando
se retira
después
de su turno,
pesarosa
y triste,
tú,
niña, volviste
y
el rostro nocturno
de
la luna, gira
alegre
y absorto.
Para el 7º Concurso de Relatos
Cortos y Poesía de Gerena. Área de Juventud del Ayuntamiento de Gerena y la
Agrupación Teatral Tabla y Telón. Gerena. (Sevilla)
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