Qué
lejos se nos queda ya el pasado… Cómo, con la edad,
valoramos más si cabe, aquellos principios que nuestros padres nos inculcaron;
fuera de disciplinas prusianas que hoy intentan identificar con un modo de
educar de una manera torticera, partidista y, en la mayoría de los casos, de
"oído"; porque tomar esa postura es lo políticamente correcto en
estos tiempos.
Pertenezco a esa pobre generación
"torturada" por la intolerancia de nuestros padres. No me reconozco
entre esos que, hoy día, asocian su
juventud atada a un penoso banco de galera almorávide.
Ni mi entorno. Fuimos felices, porque conocimos una
palabra fundamental hoy totalmente denostada, fuera de uso...respeto.
Para el V Concurso
Marzorelatos. Punto
de Igualdad Municipal de Espartinas, Sevilla. Editado en Antología.
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