sábado, 21 de mayo de 2016

Encuentro


En una esquina de una tasca de las postrimerías del siglo XVI, con pretensiones de subir de categoría por la fama que habían cogido los caldos allí servidos, una figura se debatía, cual fantasma en la pared, animado por las oscilaciones de una lamparilla que servía no sólo para que la jarra atinara en los viajes hacia su boca, sino para poder entrever  los definidos grafemas que iba plasmando en el raído papel que se extendía sobre la tosca mesa.

La pluma volaba con la certeza del dardo que se dirige, firme, al centro de la diana. De vez en cuando, levantaba la cabeza y su mirada al vacío, distraída, como para ordenar las ideas que se le amontonaban en la cabeza.

Una embozada silueta le observaba apoyada sobre una rústica columna del tugurio.

El caballero manco, en voz alta, como para dar la aprobación a la frase que se le acababa de venir a la cabeza dijo: "Cada uno es como Dios le hizo, y aún peor muchas veces". La figura mal acomodada en la columna, contestó: "Ser o no ser, ésa es la cuestión..."

Cual autómatas ambos hombres se encararon mientras uno a otro se gritaban: ¡Cervantes! ¡Shakespeare!.


Para el III Concurso de Micro-relatos Concurso Adultos e Infantil, Ayuntamiento de Arroyo de la Encomienda. (Valladolid).

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