martes, 4 de noviembre de 2014

Hacia el mar



Y el río se precipita, baja rápido, encabritado, saltando de peña en peña, regando todos los prados que a su paso se exhiben verdes, intensos, fecundos, dispuestos a dar forraje al ganado, ganado el de aquí, vacuno, llenando de alfombra amarilla de color de manzanilla toda entera tu campiña.
Salta y resalta con aire de su sutil importancia, llevando a cabo esta danza que, a los ojos del humano, parece tender la mano, franca, fuerte, con nobleza de la que siempre presume el pueblo llano asturiano.
Brinca y repica en las rocas junto a las níveas cabritas locas que apriscan en esas cumbres: altas, pétreas, roquedales, donde tus pastores duros hacen lumbres otoñales antes de bajar , de nuevo, a sus casas a sus lares.
Sella con un beso ciego, tu nombre con el entorno que, más abajo, en lo hondo, dejarás allí tu huella con descensos de canoas, piraguas y otras barcas a donde competir vienen de éstas o aquellas ciudades, enormes, universales.
Treinta y siete pueblos forman, hermanados, apiñados, el Concejo que arropa con pegamento, tu Sella, con buril y con garlopa, la perla de la Corona, cercana de la Patrona, Covadonga de Asturias, de España. llegas ya más relajado tras entrar por Fríes, Santianes, Omedina, con tu carrera felina, pura sangre, cristalina, abrazas estos lugares por Pelayo protegidos, contra invasores cetrinos, conocidos como árabes.
Dejas que, Llovio, te acoja con respeto, con cariño, como si fueras su niño que juegas entre su vega, a arrullarte mientras pasas con nanas de bisabuela.
Prosigues, siempre adelante, más pausado, más sin tregua, camino de la vitola que cada año se asoma en los primeros de agosto, con forzudos campeones que luchan contra tus aguas, por lograr ser los primeros en conquistar los trofeos; trofeos de triunfadores.
Y es que estamos en Arriondas; salida tradicional de la prueba, sin igual, de tu descenso, y pienso que en el mundo entero saben que ahí, en Asturias tienen un río, un río Sella, que se asemeja a una estrella.
Llegamos al municipio, que es primordial, es principio visitar con mucha calma, explorando así el alma de este bonito Concejo. La playa, el mar, los paseos, sidrerías que deleitan al turista o viajero; al que le va "la movida" u oír a un buen gaitero, que todo tiene un momento , en esta villa de cuento.
Tu río abraza el agua, ahora envuelta, salobre, enriqueciendo, no pobre, las especies de tus potes; se convierte en Ría, el río, y desde la orilla mira mientras te adentras en olas que parecen banderolas de los juegos malabares que rindes a tu Patrona.
 Virgen de la Guía, auxilia a tu gente pescadora y resguarda en tu manto a todo aquél peregrino, sea asturiano o vecino, que pase por ahí de camino a visitar a otro santo.

No se puede uno negar, a buscar cualquier momento para volver al lugar, en sí, todo un monumento, pero su gente lo es más.

Presentado al XII Certamen de Relato Corto “Guilleromo González”, 2014. Asociación Cultural Amigos de Ribadesella. Ribadesella (Asturias)

No hay comentarios:

Publicar un comentario