¡Hay señores!, que nos cuentan los políticos,
que suena casi a mítico, que aquí, ahora, todo vale, machaconamente ¡y dale!
con sabor como a pimienta, que hace cerrar los ojos, para evitar los sonrojos
de los hijos, nada pijos, incapaces de entender, cómo señores sesudos rebañan
sus buenos "duros" haciendo el bien ajeno que nos dicen en sus
mítines, en autobús viajero, o donde quiera el dinero.
Tragamos y consentimos; no pretendo enarbolar
bandera de ningún tipo, al menos no es el lugar, pues todo ya está escrito en
leyes para aclarar lo que no o sí es delito; tal vez convenga pinchar a la
sociedad entera para quitar esa mera manía de vincular a políticos nefastos,
con la forma de llevar el dinero que es ajeno, a nuestros queridos fastos, en lugar
de utilizar, aunque no resulte ameno, el nuestro, que es nuestro gasto y a
nadie hay que esquilmar.
Deviene en profesión lucrosa, a tener en
cuenta, por gente un tanto avarienta, que con él no va la cosa y no hay, por
tanto, vocación.
La Historia nos cuenta hechos de colores
variopintos que gracias a ellos, los hechos, llegamos a nuestros días con
adelantos concretos en los campos de la vida.
Deduzco, sin ser muy listo, que a lo largo de
los años, habrá quien habrá logrado, con trabajo sin mordisco, hacer de su
tiempo amado el mejor para su fisco, sin acogotar al débil diciéndolo: ¡ahí te
cisco!
La suma de tantos seres, intentando ser
mejores, cumpliendo con sus labores, hacen entrarnos temores cuando, tontos,
comparamos con dirigentes actuales que parecen muy cabales, recogiendo los
caudales y llevándolos al bolsillo ¡que la vida es así, quillo!
Resulta escuela difícil para intentar
pregonar, que "distraer" no es gobernar; que aquél que quiera luchar,
por conseguir igualdades, lo debe hacer desde abajo, acaso desde la cuna, pues
vale más escobazo de pequeño que dejar este legajo de politiquín cigüeño.
Aviso a los navegantes: ¡cuidado con los
infantes!, me refiero a los civiles que vienen a "redimirnos",
gentes, acaso, formales convertidos en
caimanes si el poder les hace guiños.
Papeleta un tanto rara la que tenemos delante.
Me refiero al fiel votante, que como corcho flotante, navega por aguas bravas
sin tomar un relajante. Con esos altos y bajos, reflujos estomacales le
producen otros males; haciéndole visitar con mucha más dilación, retretes de
diversa índole creándole casi un síndrome de no estar en sus cabales.
¿Habrá que dejar que entren los dos pétreos
leones en la sala de sesiones y que algún bribón se espante?¿Habrá que
azuzarles bien, para decirles: muchachos aquí no se viene a "cachos",
se viene de cuerpo entero, a trabajar con esmero por Pérez, Ros o Garnacho, que
ya está bien de barrer cada uno a su peculio, sea mayo o sea julio, lo que hay
que hacer realmente es ser más despierto de mente ¡que es que hay ya mucha
gente que lo que quiere es comer!
Me fastidia esta postura, me dirán que soy un
"facha"; a las alturas que vivo me importa más bien un higo y que me
toquen la cacha los que insultar me pretendan. Más valiera que juntitos
pusiéramos a los golfos como si fueran Bellidos, Bellidos Dolfos, que quedarse
con lo ajeno, no dejan de ser traiciones que tocan también lo suyo... como para
salir en "canciones".
Pudiera ser que quedara el discurso un poco
escaso, pero mejor ¡qué carajo!, perdonadme mi legajo, pero es que ponen el
cazo con tantísimo descaro que dan ganas de cortar la mano, como al ladrón casi
afgano.
Odiosas comparaciones, que son meras
circunstancias, quedaros con la sustancia, no son , por Dios, obligaciones,
creeros a pies puntillas, todas estas puñetillas que han salido de un vetusto
español, un tanto rústico, harto de conspiraciones, trueques, cambios, mete y
saca y de unos cuantos ladrones, prohombres aún hace nada.
Escaso, escaso me quedo, pero meter más el
dedo, me traería algún fiebrón, que ningún de estos mastuerzos, aunque sean un
melón, me merece más esfuerzo.
¿Será mejor no votarlos?. Que cada cual
satisfaga lo que mejor le venga en gana.
Presentado al Concurso Literario de Poesía y Cuento "Horacio Quiroga", 2014. (Argentina).
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