Me perdí en una callejuela
esquina a una Avenida,
de las de toda la vida
amplia, elegante y divina
una, demasiado fina
para convivir gemela
al lado de aquella abuela
con cien años de distancia
sin pensar en la prestancia
y el empaque que ésta daba
al barrio que le tocaba;
pues la alcurnia o el linaje
eran pues su mejor traje
y la Avenida, desnuda
de rabia quedaba muda.
Presentado al VII Certamen Literario de Relato Breve y Poesía. Los Incrédulos de Casablanca. Asociación
Cultural “Los Incrédulos de Casablanca”. (Zaragoza).
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