lunes, 30 de marzo de 2015

Había luna


Y era llena; lo que me permitía escribirte a escondidas en pleno campo, a la salida del pueblo, fuera de las miradas de los curiosos o especuladores que alertaran a tu padre de nuestra relación.
Me sentía un ladrón de poca monta, intentando robarte el corazón con mi escrito, a sabiendas de que ese pedazo de ti, ya le tenía en mi poder desde hacía tiempo. Con todo, la situación, la luna, la oscuridad, el silencio de la noche veraniega, el riesgo, aportaban su generosa cantidad de romanticismo que hacía que lo que te expresaba, resultaran llamaradas abrasadoras al escribirte un sentido "te quiero".

Siempre supe que no te llegaría aquella carta. Aún la guardo, arrugada, vieja como mi vida, en un recoveco de mi desgastada cartera.


Presentado al I Concurso de Microrrelatos titulado A la luz de la luna. Carpa de Sueños.

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