En un mundo occidental
como es el nuestro,
rechazamos el secuestro
de manera visceral.
Y
es normal
pues todo hecho siniestro,
además de un padrenuestro,
hay que repudiar global.
Y eso es lo correcto,
lo bien hecho,
lo que nos causa provecho
en este mundo imperfecto.
Hay que acabar con lo infecto,
utilizando el derecho,
por esta gente maltrecho
que daña nuestro intelecto.
Duro castigo exigible
el que dar a esa miseria
que rifa en una feria
el candor de un ser sensible.
Venzamos, pues, al terrible
terror, bacteria,
que estando en la periferia
no nos parece visible.
Para el 2º
Certamen Literario de Relatos Breves y Poesía. Integra2. Fundación
Integración y Solidaridad (FINSOL). Tres Cantos. (Madrid).
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