lunes, 25 de mayo de 2015

¡Mira que si es verdad!


Vagabundeaba; no era consciente de por dónde caminaba, ensimismado en los problemas económicos que debía de afrontar.
La cabeza, da un respiro al organismo ante la angustia; afloja el nudo para que, aunque te acabes ahogando, lo hagas con serenidad.
A su deambular físico sin rumbo, se le unieron las ganas que tenía su imaginación por liberarse, ella también, del nudo agobiante y opresor.
Y divagó, al pasar cerca de una administración de lotería y pensar qué haría si le tocaba alguna cantidad de dinero. Soñó.

Leyó un cartel de un gran edificio: "Elevamos sueños". Y  subió al ascensor.



Para el I Premio dee MIcrorrelato IASA Ascensores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario